Se supone que cuando aprendes una técnica nueva te recomiendan que empieces por alguna labor sencilla y pequeña. A mi se me debió olvidar, porque además de en un principio ser autodidacta, empecé por esta colcha de 240*240, con aplicaciones, bordado, acolchado a mano, vaya completita.
Con el paso del tiempo y lo que llevo visto y aprendido, veo muchas cosas que ahora no haría o las haría de otro modo, pero la quiero mucho, es mi primera labor de patchwork y algún día acabaré de acolcharla, pero... sin prisas...
La imagen del centro está basada en el cuadro The Lady of Shalot de Waterhouse, que a su vez está basado en un poema de Tennyson. Los pintores prerrafaelitas me encantan, especialmente este.
Este es el poema cantado por Loreena Mckennitt
Este es mi segundo UFO, y no, tampoco se queda corto con el tamaño y el trabajo que lleva. Como el otro tan solo me queda acolcharlo, esta vez a máquina.
Es una colcha para la habitación de mi hija, que me he propuesto acabar este año. Ya veremos, a veces los sueños se cumplen.
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