Para que mi hijo Jordi disfrutara de este puff tan solo hizo falta una gran cantidad de tela, unos tres kilos de bolitas de porexpan y una mañana de costura.
Este fue el regalo que me pidió para su décimo aniversario, un gran puff para estar cómodo y relajado. La verdad que desde que se lo he hecho lo está disfrutando, Jordi es un niño muy cariñoso y agradecido y es un verdadero placer para mi hacerle regalos hechos por mi misma, porque siempre tiene palabras amables, abrazos y besos para darme las gracias.
He tenido la suerte que donde compré la tela,
Artesanía Textil Bujosa, me prestaron los patrones para hacerlo. Esto me ahorró mucho tiempo y el tener que ir haciendo pruebas.
Así que solo fue cortar, coser y listo.
Porque no todo tienen que ser vestidos y bolsos.
Que tengáis un buen comienzo de semana.
Hasta la próxima.